top of page

CULPA Y AUTOESTIMA




El objetivo del ser humano para obtener una sana autoestima es poseer un concepto de sí mismo resistente y positivo, y mantenerlo a pesar de la aprobación o desaprobación de cualquier otra persona.


Al avanzar hacia esa meta, es muy importante lo que la persona piensa de su conducta, sobre todo de aquellas conductas inapropiadas que le hacen juzgarse y condenarse. Es obvio que la culpa es un factor que deteriora la autoestima positiva.


La culpabilidad no es una preocupación por el pasado, sino la inmovilización del momento presente por un suceso pasado.

El grado de inmovilización puede abarcar desde una pequeña incomodidad hasta una gran de-presión. Si simplemente estamos aprendiendo lecciones de nuestro pasado, y prometiéndonos evitar la repetición de algún comportamiento inadecuado, eso no se llama culpa.


Experimentamos culpabilidad sólo cuando ese sentimiento nos impide actuar ahora porque antes nos comportamos de una cierta manera. Aprender de nuestras equivocaciones es una parte sana y necesaria de nuestro crecimiento y desarrollo. La culpabilidad desgasta nuestra energía en el presente sintiéndonos molestos/as y deprimidos/as a causa de un acontecimiento pasado que no se puede modificar. Y eso es realmente inútil. No hay culpabilidad por grande que sea, que pueda resolver un solo problema.


Cuando nos comportamos de un modo que consideramos inadecuado, tendemos a perder valor ante nuestros propios ojos. Tendemos a respetarnos menos. Al despreciarnos, deterioramos nuestra autoestima y aumentamos la posibilidad de poseer menos valía personal en el futuro. Un mal concepto de uno/a mismo/a es una profecía que siempre acaba cumpliéndose: provoca en nosotros/as una mala conducta. No mejoramos diciéndonos que somos malos. Nuestras acciones son un reflejo de lo que pensamos que somos.


Por tanto, necesitamos aprender una reacción alternativa frente a nuestras faltas, que es más útil para nuestra autoestima y para nuestra conducta futura.


En lugar de caer en el autocastigo, podemos aprender a preguntarnos: ¿Cuáles fueron las circunstancias? ¿Por qué mis elecciones o decisiones parecían adecuadas en aquel contexto? ¿Qué estaba yo tratando de lograr? ¿De qué modo intentaba defenderme?


No podemos comprender las acciones de una persona hasta que comprendamos por qué tienen algún sentido para esa persona. Necesitamos conocer el contexto personal en el que ocurrieron las acciones.


El hecho importante es éste: si podemos contemplar nuestro contexto personal con compasión y deseos de comprender, (sin negar lo equivocado de nuestra conducta), si podemos ser para nosotros/as mismos/as un/a buen/a amigo/a que realmente quiere saber por qué nos comportamos como lo hacemos, entonces podremos sentirnos bien; sentiremos quizás remordimientos y arrepentimiento, pero no nos autocastigaremos. Y la consecuencia más probable será la decisión de ser mejores en el futuro.



Primeros pasos para liberarnos de la culpa.


Existen en general medidas bastante específicas que pueden liberarnos de la culpa.


1.. Reconocer (hacer real ante nosotros/as mismos/as, en lugar de negar o ignorar) que somos nosotros/as los que hemos realizado esa acción particular.


2. Si otra persona ha resultado herida por nuestra acción, es reconocer ante esa persona el daño que hemos hecho y transmitir si es posible nuestra comprensión de las consecuencias que tiene nuestra conducta.


3. Realizar todas las acciones a nuestro alcance que puedan enmendar o disminuir el daño que hemos causado.


4. Es necesario que nos comprometamos firmemente a comportarnos de una manera diferente en el futuro, porque sin un cambio de conducta volveremos a desarrolla continuamente la desconfianza.


Desde luego, también es necesario estar dispuestos/as a explorar las razones por las cuales realizamos dicha acción, si esto no lo hacemos, no nos liberaremos de la culpa, y es muy probable que repitamos la misma conducta inadecuada.


Si aprendemos a comprendernos y perdonarnos, nuestra conducta tiende a mejorar. En cambio, si seguimos condenándonos sin piedad, nuestra conducta y nuestra autoestima tienden a empeorar.


Pero, además, debemos hacer un ejercicio de introspección donde identifiquemos cuáles son los beneficios que obtenemos sintiéndonos culpables, porque existen y si no los hacemos conscientes difícilmente podremos deshacernos de ella.


“Beneficios de la Culpabilidad”


Si sabemos que sintiéndonos culpables no se solucionará el problema, ¿Por qué seguimos sintiéndonos culpables? ¿Qué es lo que nos provoca que una y otra vez estemos dando vueltas sobre los mismo como si fuéramos un burro en una noria?


Lo que mantiene muchas veces tu sentimiento de culpabilidad son los beneficios que obtienes de ella. Vamos a tratar algunos de estos beneficios que obtienes cuando desperdicias tu presente sintiéndote culpable por cosas que hiciste o dejaste de hacer en el pasado.


Evitación

Si tus momentos presentes los dedicas a sentirte culpable por algo que ya sucedió, no tendrás que emplear tu momento actual en actividades eficientes y provechosas. Simplemente, como muchos comportamientos autodestructivos, la culpa es una técnica de evasión que sirve para impedir que trabajes por ti mismo/a y en ti mismo/a en el momento presente. Así trasladas tu responsabilidad por lo que eres ahora por lo que eras en el pasado. Al trasladar la responsabilidad hacia atrás, no sólo evitas el trabajo pesado de cambiarte a ti mismo/A ahora, sino también los riesgos que acompañan dicho cambio. Es más fácil inmovilizarse con sentimientos de culpa por los sucesos del pasado que emprender el camino lleno de riesgos que lleva a crecer y desarrollarse en el presente.


Absolución

Existe la tendencia a creer que, si te sientes lo suficientemente culpable, a la larga quedarás absuelto de tu mal comportamiento.


Protección

La culpabilidad puede ser el medio de volver a la seguridad de la niñez, un período cómodo en el que otros tomaban las decisiones en tu nombre y se ocupaban de ti. En vez de hacerte cargo de ti mismo/A en el presente, confías en los valores de los/as otros/as. Y una vez más, el beneficio radica en sentirte protegido del peligro de hacerte cargo de tu propia vida.


Aprobación

A menudo puedes ganarte la aprobación de la gente, simplemente sintiendo culpa por tu comportamiento. Puedes haber hecho algo en contra de las normas establecidas, pero al sentirte culpable estás demostrando que sabes muy bien cómo debes comportarte y que estás haciendo lo posible por adaptarte, en definitiva, que eres una buena persona. La culpa es una espléndida manera de ganarte la compasión de la gente. Y no importa si el deseo de compasión demuestra claramente que tienes una pobre idea de ti mismo/a. En este caso prefieres que los demás sientan pena por ti en vez de amarte y respetarte a ti mismo/a.


Estrategias para eliminar la culpabilidad.


El pasado no se puede modificar

Empieza a mirar el pasado como algo que jamás puede modificarse, sientas lo que sientas respecto a él. Cualquiera que sea la culpa que escojas, no te servirá para cambiar el pasado. “Tu sentimiento de culpabilidad no cambiará el pasado ni hará que seas una persona mejor”. Pregúntate a ti mismo/a lo que estás evitando en el presente por culpa del pasado. Al trabajar en este sentido, eliminarás la necesidad de la culpa.


Aceptación

Empieza a aceptar en ti mismo/a cosas que tú has escogido pero que le pueden disgustar a cierta gente. Así, si tus padres, jefe, pareja o amigos/as toman una actitud contraria a la tuya piensa que es algo muy natural. Es necesario que te apruebes a ti mismo/a; la aprobación de los demás es agradable pero no necesaria. Cuando logres no necesitar aprobación, desaparecerá la culpa que puedas sentir por el comportamiento que no obtiene la aprobación de los demás.


Sistema de valores

Considera tu sistema de valores. ¿Cuáles son los valores que realmente aceptas y cuáles los que solamente finges aceptar? Haz una lista de todos estos valores falsos y decide vivir según un código ético determinado por ti mismo/a y no por uno impuesto por otras personas.


Identifica la manipulación

·Intenta enseñarle a las personas que traten de manipularte por medio de la culpa de que tú eres muy capaz de enfrentarte con las consecuencias negativas que les provoca tu comportamiento.



"A pesar de todo, creo que la gente es realmente buena en su corazón." ANA FRANK, Diario, 1945
 

Comments


Entradas destacadas
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square
bottom of page