Está enfocada a parejas y familias que tienen una relación insatisfactoria y/o conflictiva y quieren mejorarla. Se centra en las necesidades que surgen en cualquier familia, potenciando sus capacidades para alcanzar una convivencia deseada.

 

Nuestra forma de trabajar se basa en un enfoque integrador teniendo como base la terapia familiar sistémica, que consiste en la atención a las personas, centrándonos en las posibles soluciones y en los recursos que tiene cada miembro de la familia.

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Los problemas más frecuentes a nivel familiar con los que nos encontramos en consulta son: 

• Problemas de comunicación. 

• Estilos educativos diferentes y contrapuestos. 

• Crisis en los ciclos vitales: hijos e hijas adolescentes, nuevos nacimientos, vejez, pérdidas de empleo, etc.

• Déficit en la gestión emocional. 

• Separaciones o divorcios conflictivos. 

• Violencia intrafamiliar.

• Violencia filioparental.

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Los problemas más frecuentes a nivel de pareja con los que nos encontramos en consulta son: 

• Problemas de comunicación (hostilidad, falta de expresión de necesidades, etc…)

• Celos

• Falta de deseo sexual y otros problemas sexuales

• Rutina, monotonía en la relación

• Problemas de convivencia

• Discrepancias en la educación de los hijos

• Dependencia emocional

• Manejo del tiempo libre

• Procesos de infertilidad

• Infidelidad

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Las ventajas de la terapia familiar son numerosas, en cuanto al sistema familiar completo observamos que: 

• Favorece la comunicación entre los miembros de la familia.

• Reconocimiento de las emociones en uno/a mismo/a y en el/la otro/a, favoreciendo la empatía y la comprensión emocional.

• Reconocimiento y gestión de los apoyos existentes entre todos los miembros de la familia que se habían perdido.

• Aprendizaje de herramientas que nos facilitan la gestión de nuestros propios recursos para resolver conflicto

 

En cuanto a los beneficios en los hijos e hijas, observamos que: 

• Aprenden conductas, valores y formas alternativas de actuar a través de la imitación de los cambios que generen sus padres

• Favorece las relaciones entre los hijos e hijas y los demás miembros de la familia.

• Aumentan su confianza, seguridad y autoestima en ellos/as mismos/as y en su sistema familiar.